Los viernes por la tarde, el bullicio, el "¡que os calléis!", las pipas pre, el llegar tarde, el baño, el descanso, los cumpleaños a pie de calle, el "correr que cierro", el "hubo un director que se quedó...",
el "pito en boca", el "percusión, vale ya!", el "me falta la partitura", el "¿dónde están los atriles?, el "no cabemos", el "los tresillos con el codo", las risas, las broncas, las bebidas subterráneas, los robos de atriles buenos, los "un euro al que ha perdido...", y un largo etcéra que hacen que esto merezca la pena. Así, si no se lo creen vean por dónde empezamos.
Como no cabemos ni siquiera en una cámara, aquí está la panorámica.
Besos y besas, abrazos y abrazas.
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