El pronóstico del AEMET para la mañana.
Nuestro pronóstico personal.
Había ciertas discrepancias sobre la probabilidad de lluvia.
Mientras, otros bandoleros nos daban envidia desde soleados parajes.
Amaneció con un bonito sol en lo alto y alguna nube
despistada sin saber si soltar agua o volver a la cama (puede que esto también
se aplique a algún músico que otro); hicimos acto de presencia en la plaza,
tocamos el himno, se subió la bandera, volvimos a guardar todo y venga, al
autobús.
Fue tan rápido que no dio tiempo a fotos, ni a que llegaran
todos.
Este año tocó ir tocando desde el cuartel hasta la iglesia
antes de la misa, y, tras la misa, himno y procesión, de vuelta al cuartel,
discursos, himnos (¿qué esperabais?, era el Día de la Hispanidad) y varias
marchas y pasodobles.
Hacia la iglesia, con las nubes acechando.
El reposo de los instrumentos.
Arreglados para la ocasión,
Empezamos a formar de nuevo.
De vuelta al cuartel a toda corchea (por si el tiempo cambiaba de opinión y llovía).
Finalmente el merecido aperitivo, que fue casi tan rápido
como el izado de la bandera y en donde, como buenos músicos, nos hicimos
fuertes en una esquina de una de las mesas y no nos movimos hasta que no quedó
comida en las cercanías.
Dos miembros felices tras el trabajo bien hecho.
Y con eso acabó el día, y por fin podemos decir: ¡Chúpate
esa AEMET, esta vez ganamos nosotros!
Por último os recordaré nuestro próximo y gran esperado
concierto, el 5 de diciembre (si, queda mucho, así que ya podéis marcarlo en
vuestro calendario antes de que se os olvide, que si no os dará mucha rabia
perdéroslo).