Qué felicidad da la sensación del trabajo bien hecho, la sensación de haber hecho felices a otras personas... No, no nos ponemos cursis, pero, qué mejor manera de celebrar el día de Santa Cecilia (patrona de todos los músicos) que disfrutando y haciendo distrutar a los demás.
No les vamos a contar lo de las horas de ensayo, las noches sin dormir, los quebraderos de cabeza, las partituras perdidas y vueltas a perder, los euros que nunca irán a la hucha, los "¡que os calléis!", los "hubo un director...", los JiJi, los JaJa, los GronfGronf..., sólo les contaremos cómo fueron las horas previas y posteriores...
Ante un escenario desangelado, una actividad febril de montaje ("Do it yourself").
Aunque ya tenemos unos cuantos conciertos a cuestas, los nervios nos embargaban y no sabíamos con qué tocar qué instrumentos...
Aunque ya tenemos unos cuantos conciertos a cuestas, los nervios nos embargaban y no sabíamos con qué tocar qué instrumentos...
Nuestro Excelentisimo Director, utilizando las estrategias de coaching traidas de la Universidad de Masachusetts nos motivó, mimetizándose con Vicente del Bosque.
¡Jugaremos un 4-4-3!, ¡cuidado por las bandas!
¡¡CristianoRonaldo te he dicho cienes y cienes de veces que no puedes jugar de portero!!
Después del repertorio completo, comida, siesta y nuevamente al teatro, pero antes, como los artistas de verdad, pasamos por el photocall.
No podíamos esconder nuestra ilusión y alegría contenida.
Y luego el concierto... eso ya se lo iremos enseñando en diferentes posts (por cierto, si tienen imágenes o grabaciones del mismo, les agracederíamos nos las dejaran para subirlas a este blog).
Y luego el concierto... eso ya se lo iremos enseñando en diferentes posts (por cierto, si tienen imágenes o grabaciones del mismo, les agracederíamos nos las dejaran para subirlas a este blog).
Y, sobre todo, las buenas vibraciones que sentíamos delante nuestro. Muchas gracias por estar ahí.
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