Nuestro excelentísimo director (que Dios guarde muchos años) había repetido la la centésimo octava vez su letanía (con la que, todos creemos que se relaja para llegar al karma): ¡¡Que sus calléis!!.
La Banda concentrada, llegando al Nirvana. Todo ello visto desde distintos ángulos.
(Fotos obtenidas gracias a a un experimento colectivo de realidad simultánea).
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